Pasamos 5 noches en este hotel (del 9 de julio al 14 de julio del 2017) y no lo recomendamos para nada.
Para empezar está TOTALMENTE orientado a extranjeros, ya sean horarios de buffet como animación. Ya que menciono la animación, tengo que destacar que tanto los animadores como las actividades que preparaban son PENOSAS. Super aburridas, dirigidas a extranjeros, ya que todas las noches hacían espectáculos dirigidos a ese público y repetitivas, sobretodo la poca variedad de música que ponían, porqué al parecer, cuando al animador se le acababan los recursos solo hacia más que poner el "Piqui-piqui" y "Danza kuduro", canciones de hace ya unos cuantos años... No se, si fuese "despacito" lo entendería, ya que es actual, pero esto??? Además de tener muy poca gracia. Mi pareja y yo, nos íbamos a la habitación nada más acabar de cenar porque era ridículo el espectáculo que ofrecían. Me gustaría añadir también, que eran actuaciones destinadas a personas bastante adultas y no a jóvenes.
Respecto al wifi, no pudimos conectarnos ningún día, era pésimo y no llegaba a la habitación. Aún así, en zonas comunes del hotel llegaba pero duraba un minuto con buena velocidad. Nos quejamos, y dijeron que lo arreglarían al día siguiente, aun seguimos esperando a que nos llegue bien el wifi.
Y lo mejor para el final, el servicio de buffet del hotel dejaba mucho que desear. Comida escasa y de poca variedad. Repitiéndose la mayoría todos los días. EL café y chocolate parecía agua y la comida no es que digamos que fuese algo exquisito. Además hubo un camarero, que creemos que era el jefe de sala, llamado Kadem, que su servicio era un tanto rancio, dirigiéndose de malas maneras y con algo de arrogancia a los huéspedes. Por los demás camareros podemos decir que estamos contentos ya que eran simpáticos y atentos, sobretodo destacar el trabajo de la camarera Sensi, nos hizo pasar unos buenos momentos, toda una profesional.
Lo positivo de este hotel serian las habitaciones y las instalaciones que son actuales y bonitas, es verdad que solo hay dos ascensores, pero no tuvimos mucha espera nosotros. Y que las camas eran separadas (no podías dormir abrazado a tu pareja) y el jabón (gel y champo) bastante malo.
La ubicación está bien para estar tranquilo, pero si lo que queréis es ver las playas del sur ( cala Macarrella, cala Turqueta, cala Galdana, etc) os pilla a 1 hora de camino o más, lo cual os hace madrugar mucho para poder tener luego parking en esos lugares y no quedarte fuera por la aglomeración.
Sin duda repetiremos Menorca porque es un paraíso, pero no será en este hotel.