Al llegar al hotel, quisimos comprar agua y no tenian, ni en la maquina ni en el restaurante porque estaba cerrado, tuvimos que salir fuera. El teléfono de la habitación no funcionaba y tuve que llamar a recepción desde mi teléfono móvil para que me dieran la contraseña para conectarme a internet. El recepcionista me indico que tenía que bajar para darme la contraseña. Yo ya estaba en pijama. En ningún momento se le ocurrió dármela por teléfono. La habitación estaba en perfectas condiciones, limpia, baño correcto. Todo ok

Las zonas comunes no podían utilizarse salvo en los horarios de las comidas, que era el único en que estaba abierta la cafetería. Se nos prohibió reunirnos el domingo por la tarde en la zona de cafetería porque la zona estaba cerrada, no habiendo otra zona en todo el hotel para estar sentado. Ni siquiera habría sido posible estar allí trabajando con nuestro ordenador si hubiésemos querido. Por otra parte, en las horas en que en teoría la zona estaba abierta, el servicio brillaba por su ausencia. Totalmente surrealista, tuvimos que irnos del hotel toda la tarde para poder tener un lugar donde trabajar unas horas. Para ser un hotel de negocios, incomprensible, y la actitud del personal ante nuestra extrañeza y sorpresa, totalmente displicente e incluso grosera. En cuanto a la habitación, la disposición del armario y de la caja fuerte, eran bastante extrañas, era casi necesario ser contorsionista para poder acceder a la misma. La proximidad al centro comercial, con múltiples opciones gastronómicas, de ocio y comerciales

Las instalaciones de la pieza estaban en regular estado, pero eso no afectaba la belleza del lugar. Todo muy bien, habitación amplia, lugar callado y tranquilo

Parking caro. Caha fuerte y armario de difícil acceso. Tranquilidad y limpieza

Excelente

El centro comercial adjunto es un gran recurso para compras, muy practico. Buen establecimiento hotelero, con la nevera seria perfecto. Cuando vuelva a Barna procurare alojarme en este hotel.

Visitar el barrio de San Andrés, y el centro comercial La Maquinista. Mobiliaro sin cajones. Armario irracional; hay que verlo para entenderlo. Lo que debería ser una puerta, es un tablero fijo, por explicarlo de alguna forma. Zona tranquila semiindustrial. Metro y tren a 600-700 metros

hora muy tardía del inicio del servicio de bar - cafetería, desayuno. También echamos en falta el minibar de la habitación impresión positiva, correcta

nada el trato del personal no fue adecuado, por un error de ellos tubimos que volver al hotel, y despues no nos pidieron ni disculpas. no se lo recomendaria a nadie