El resort en sí está francamente bien, es bonito, muy bien ajardinado y muy bien cuidado, pero todo lo demás es un verdadero desastre:
- La habitación: había un hormiguero que nos acompañó durante toda la estancia; el hotel se limitó a enviar a un señor de mantenimiento una vez a echar insecticida. La puerta no llegaba hasta el suelo y por esa rendija se colaban una especie de ciempiés negros que se enroscan en espiral. El agua caliente por las tardes salía tibia (no es un gran problema tratándose del Caribe), pero en momentos de poca demanda incluso el agua fría salía muy caliente. No había secador de pelo. Un día no nos hicieron la habitación porque cuando llegamos a las 3 de la tarde no estaba arreglada y al poner el cartel de "no molestar" para poder dormir la siesta ya no vino nadie.
- La comida: los restaurantes temáticos estaban completos desde el momento de nuestra llegada (difícil de creer puesto que el hotel no estaba al máximo de ocupación). Había que hacer cola para entrar al buffet, hasta ahí, bien. Unas señoritas, que sólo se ocupaban de eso, acompañaban a los comensales a las mesas las cuales la mayor parte de las veces no estaban preparadas todavía (sucias, mojadas, sin cubiertos, sin vasos). En una ocasión el tenedor tenía granos de arroz del anterior comensal y en otra un cubierto caído al suelo fue colocado en otra mesa por uno de los camareros. No había autoservicio de bebidas, ni siquiera de agua. Los camareros pasaban de vez en cuando con jarras rellenando los vasos con agua. Conseguir una cerveza o una copa de vino podía demorar más de veinte minutos. La comida es muy repetitiva: arroz, pasta y comida basura (pizza, salchichas, hamburguesas, bollería, fiambre de baja calidad) no faltaba. Carnes y pescados de calidad, pocos y racionados. Un hostal de dos estrellas en España ofrece mejor calidad y hemos pagado por un 5 estrellas.
-El personal: lento, pasmoso, apachorrado hasta la exasperación. Estamos de acuerdo que es el Caribe y hace calor y todo va más lento, pero ese mismo calor y más hace en el Caribe mexicano y el servicio es ágil y diligente (llevamos años yendo allí y no tenemos queja alguna en este sentido). Esta actitud se repite en el buffet principal, en el buffet de la playa, en todos los bares y en la cafetería. Parecen haber recibido instrucciones para escatimar las consumiciones todo lo posible, y eso que lo que ofrecen son marcas blancas. Una cerveza de botella pretendían cobrarla a 2 dólares. Una vez, de camino al buffet había un empleado orinando en el jardín de cara a las habitaciones y de espaldas al paseo mientras lo esperaban otro dos compañeros.
- La playa: Sucia. Mientras otros hoteles retiran el sargazo y mantienen la playa lo más limpia posible, éste tiene puesto un cartel diciendo que el sargazo es algo bueno que regenera la playa y que sirve de hábitat y de sustento a no sé cuántas especies animales. Así, y se quedan tan anchos.
Por último, me gustaría comentar también que el avión, tanto de ida como de vuelta, carecía de las comodidades ofertadas por Iberojet en su página web. El año pasado volamos con esta compañía a la Riviera Maya en un avión moderno con pantalla individual y entretenimiento y se nos ofrecieron dos comidas, almuerzo/cena y merienda/desayuno incluidas en el servicio. Esta vez la merienda/desayuno era de pago y el avión un Airbus A-330 antiguo y ruidoso.