La experiencia en este BEST ha sido pero que el año pasado en el BEST Roquetas, que también está en Almería.
En cuanto a la habitación, la experiencia es buena pero se debe de verdad llamar a unos carpinteros que arreglen rodapiés y marcos de puertas ya que está "pochos" por abajo de la limpieza e incluido negros en la puerta del baño, señores, eso no se pinta, se cambia.
En cuanto al ocio la animación es algo corta para chavales de 8/10 bien para más pequeños bien para mayores, la música que ponen de reguetón se la podían ahorrar pero bueno, esto es un gusto personal, lo digo por sus contenidos sexistas hoy día existíendo políticas anti cosificación de la mujer quizá se debería tener más cuidado con la música que se pone, una de las canciones decía "vas a ser mi puta está noche..." Sobra cualquier otro comentario.
En cuanto a la dinámica de descanso, las hamacas no son reservables según el hotel, pero no hacen ABSOLUTAMENTE nada para controlar y desde antes de las 9 ya ves gente reservando lo que te obliga claramente a hacer lo mismo si quieres una hamaca dando lugar a un buble de prisas, egoismo y stress en un ambiente que debería ser todo lo contrario, se ven hamacas sin uso con la toalla durante horas. Responsable si excusa el Hotel. El otro BEST tenía un sistema donde un empleado ponía un papelito en la hamaca con la hora y se al cabo de mucho rato seguía ahí, se retiraban las toallas, que pasa con esto, que habría que lidiar con cabreos de clientes "egoístas" por qué sus toallas no están... Y es mejor hacer de las hamacas una lucha sin cuartel entre los huéspedes.
En cuanto a la comida, el desayuno es genial, no se me ocurre que podía faltar.
Comida y cena no obstante no están al nivel del desayuno y pese a las noches temáticas la calidad es más floja sobre todo los postres que huelen a industrial que echan "Patras", nosotros al final tirabamos por los postres que te preparan un situ como gofres, crepes, buñuelos, profiteroles que aunque las masas serán a granel, por lo menos parecen recién hechos, eso y fruta, la sandía y el melón de 10!!!
Luego una crítica al "queremos su dinero" a mí al menos no me gusta que esté en la piscina y llegue un fotógrafo a hacer un book familiar para que luego pasas "sin compromiso" a la compra de esas fotos, yo no voy a un hotel a estar diciendo que no, encutriza la experiencia.
Mencion especial al encargado del restaurante, me olvidé de su nombre pero es todo un profesional apagafuegos y gestor de egos de la clienta, una joya en ese hotel tanto para resolverte algún problema como para ser un poco observador en el restaurante y ver cómo trabaja..
Globalmente una experiencia calidad precio buena para ser Julio, nada que objetar en unos mínimos pero con muy pocos detalles y casi cero inversión la experiencia mejoraría mucho.